En Nico i la Maria estaven molt cansats després de caminar durant tot el dia sense parar. Sabien que una mica més endavant hi havia una ciutat i esperaven poder trobar un allotjament per passar la nit.
Ja es veia el resplendor de les llums de la ciutat a l'altra banda del riu, només havien de travessar el pont i ja hi serien.
-Corre Nico! Allà al final d'aquell carrer hi ha un bolet on hi ha un Hostal- digué la Marieta.
El Cargol s'apressava tan com podia la veritat és que ja no podia més, però finalment van arribar. Al entrar, asseguda al costat d'un bolet lluminós hi havia una petita fada llegint un llibre. Només veure-la, en Nico es va quedar hipnotitzat i no va ser capaç de dir ni una sola paraula.
Nico y María estaban muy cansados después de caminar durante todo el día sin parar. Sabían que un poco más adelante había una ciudad y esperaban poder encontrar un alojamiento para pasar la noche. Ya se veía el resplandor de las luces de la ciudad al otro lado del río, sólo tenían que atravesar el puente y ya estarían.
-¡Corre Nico! Allí al final de esa calle hay una seta donde hay un Hostal- dijo la Mariquita. El Caracol se apresuraba tanto como podía, la verdad es que ya no podía más pero finalmente llegaron. Al entrar, sentada junto a una seta luminosa había una pequeña hada leyendo un libro. Sólo verla, Nico se quedó hipnotizado y no fue capaz de decir ni una sola palabra.
María se dio cuenta enseguida y dijo:
-Buenas noches ¿tendríais alojamiento para mi amigo
Caracol y para mí? -
El hada levantó los ojos por encima de las gafas que
llevaba miró un papel que tenía al lado y contestó:
-Pues estáis de suerte, me queda una habitación. Está
allí al lado- dijo señalando con la cabeza la seta luminosa.
Les dio una llave con forma de seta y continuó
leyendo.
María la cogió y empujando al Caracol llegaron hasta
la puerta de la habitación. Una vez dentro la Mariquita intentaba que Nico
reaccionara pero no había manera seguía totalmente embobado.
Intentaba estar tranquila pero viendo la situación le
era imposible. Nico era el que sabía qué hacer cuando había algún problema, era
el que tenía la intuición de seguir los buenos caminos, era el que sabía
siempre qué hacer.
Pero recordó algo que siempre decía: sigue lo que te
dice el corazón.
Respiró profundamente y un poco más calmada dejó que
le viniera la inspiración.
Pasados unos minutos salió de la habitación y fue a
encontrar al hada. Seguía allí sentada leyendo.
-Perdona- dijo la mariquita, - mi amigo no se
encuentra muy bien desde que ha entrado en el Hostal. ¿Tendrías algo para que
se mejore? -
-Coge un trocito de la seta luminosa y se la pones
junto a la cama, que descanse toda la noche a su lado y ya verás como mañana
por la mañana ya está mejor.- Dijo el hada.
Dándole las gracias se apresuró a hacer lo que le
había dicho.
Nico seguía igual cuando entró de nuevo pero puso el
trozo de seta a su lado y se quedó dormida confiando que por la mañana el
Caracol ya estaría mejor.
Al día siguiente Nico se despertó como si no hubiera
pasado nada y llamó a María que se alegró mucho de ver que ya volvía a ser él.
-¿Como has dormido? - le preguntó.
-Muy bien, he descansado como nunca, me hacía falta. ¿Seguimos
nuestro camino? - dijo Nico.
-¡Espera! - dijo María.
Pensó que si salía de la habitación y volvía a ver el hada, se volvería a quedar hipnotizado y tendrían que pasar otra noche en aquel lugar misterioso. No lo podía permitir así que salió ella primero haciendo que Nico esperara unos minutos más en la habitación. Nico no entendía nada, pero la intuición le dijo que le hiciera caso y así lo hizo.
La Mariquita salió y por sorpresa se encontró otra hada muy diferente de la que habían visto la noche anterior. Curiosa le preguntó dónde estaba la otra.
-Solo está por la noche, tiene un poder muy grande y es preferible que los clientes tengan la noche para recuperarse de su magia.-
-¿Cuál es este poder? Mi compañero se quedó hipnotizado y no reaccionaba pero a mí no me pasó nada ...-
-Está claro tu compañero debe ser un ser con una alta sensibilidad. No todo el mundo queda hipnotizado con su magia sólo los que tienen un poder similar al suyo. El Hada de noche es igual que tu amigo y él en verse reflejado no lo ha podido soportar por eso se ha quedado bloqueado no reconoce el poder que tiene.-
-¿Y la seta que le ha hecho? - preguntó María.
-Hacerle ver la luz que tiene en su interior-
En ese momento Nico salió de la habitación estaba esplendoroso.
Saludó al hada y le dijo a María: -¿Nos vamos? -
Ambos salieron de aquel Hostal mágico y de aquella ciudad para continuar su camino.
En una sola noche, María había aprendido a confiar un poco más en ella misma y dentro de Nico se había vuelto a encender la luz que había dejado que otros apagaran. Podían continuar su viaje en busca de la felicidad aunque ya habían logrado un gran avance sin darse cuenta.
Si os ha gustado y queréis saber como continua la historia, no olvidéis suscribiros al blog para poder recibir las notificaciones cada vez que publique un nuevo cuento corto de "Las aventuras de Nico el Caracol".
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada