L'ABELLA
MIREIA
Després
de passar tant de fred amb els esquimals, em venia de gust anar a un
lloc més càlid, així que vaig posar rumb cap a Florilàndia. Quan
vaig arribar-hi, no s'assemblava gens a com m'havien explicat.
Esperava trobar-me jardins plens de vida, però tot estava adormit.
“Què
deu passar?” Vaig pensar. “Si els meu càlculs no fallen aquests
jardins haurien d'estar plens d'insectes i flors... potser he vingut
massa aviat i encara no s'han despertat.”
-Has
vingut a ajudar-nos?- digué una veu, que no veia d'on venia.
-Sóc
aquí!- tornà a cridar.
Finalment
la vaig veure, era una abella grassoneta que asseguda a sobre d'una
fulla em feia senyals amb les mans.
-No, jo
sóc la Kidi, no he vingut a ajudar-te però si m'expliques què
passa ho puc intentar.-
-Hola
Kidi, jo em dic Mireia. Les meves germanes s'estan quedant sense
pol·len per fer la mel. Les flors ja fa dies que s'havien d'haver
despertat però com que la Fada de la primavera no ha vingut, no es
desperten. Jo he sortit a buscar-la però no la trobo enlloc. Potser
tu l'has vist...-
-Em sap
greu, no he trobat a ningú... Però no et preocupis, la buscarem
juntes.-
Vam
mirar per tot arreu, i en veure que passaven dies i no hi havia ni
rastre, vaig decidir fer servir els meus poders màgics. Vaig treure
un mirall de la meva bossa i li vaig preguntar a on era. El reflex
ens va mostrar de seguida la imatge de la Fada lligada en una cova
fosca i humida. Ens havíem d'afanyar perquè semblava que ja no li
quedaven forces.
-Corre
Mireia, deslliga-la mentre intento despertar-la. Senyora Fada,
senyora Fada!-
Com que
no es despertava, la vam treure d'aquell lloc fins portar-la on
l'escalfor del sol finalment, la va fer reaccionar.
-Quina
alegria!-digué la Mireia,- fa dies que et busco, et necessitem
perquè les flors no s'han despertat i no podem treballar.-
-Ha
sigut el malvat Freddy, que m'ha segrestat perquè no volia que
arribés el bon temps. Sort que m'heu trobat m'estava morint de fred.
Moltes gràcies!- Ara ens hem d'afanyar a despertar a tothom.
M'ajudeu?-
-Es
clar, què he de fer?-
Però
quan vaig haver dit això en Freddy va aparèixer i va agafar d'una
revolada a la pobra Mireia. Sort que la fada era amb nosaltres i amb
la seva vareta va convertir-lo en gripau.
Després
d'aquest petit ensurt, la Fada, jo i la Mireia vam despertar, mica en
mica, totes les flors. Al cap de pocs dies, Florilàndia era ple de
flors de colors, insectes i abelles contentes de poder fer la seva
feina. Però la més feliç de totes era la Mireia, perquè gràcies
a ella tot era com havia de ser i la primavera ja havia arribat.
![]() |
Il·lustració: Marina L. Aceituno |
Ya ha llegado el mes de Marzo y Kidi de la revista Kids nos trae una nueva aventura:
LA
ABEJA MIREIA
Después de pasar tanto frío con los esquimales, me apetecía ir a un lugar más cálido, así que puse rumbo hacia Florilandia. Cuando llegué, no se parecía en nada a como me habían explicado. Esperaba encontrarme jardines llenos de vida, pero todo estaba dormido.
"¿Qué ocurrirá?" Pensé. "Si mis cálculos no fallan estos jardines deberían estar llenos de insectos y flores... quizás he venido demasiado pronto y todavía no se han despertado. "
-¿Has venido a ayudarnos? - Dijo una voz, que no veía de dónde venía.
-¡Estoy aquí!- Volvió a gritar.
Finalmente la vi, era una abeja regordeta que sentada encima de una hoja me hacía señales con las manos.
-No, yo soy Kidi, no he venido a ayudarte pero si me cuentas que pasa lo puedo intentar.-
-Hola Kidi, yo me llamo Mireia. Mis hermanas se están quedando sin polen para hacer la miel. Las flores ya hace días que se tenían que haber despertado pero como el Hada de la primavera no ha venido, no se despiertan. Yo he salido a buscarla pero no la encuentro por ninguna parte. Quizás tú la has visto... -
-Lo siento, no he encontrado a nadie... Pero no te preocupes, la buscaremos juntas. -
Miramos por todas partes, y al ver que pasaban días y no había ni rastro, decidí usar mis poderes mágicos. Saqué un espejo de mi bolsa y le pregunté dónde estaba. El reflejo nos mostró enseguida la imagen del hada atada en una cueva oscura y húmeda. Nos teníamos que apresurar porque parecía que ya no le quedaban fuerzas.
-Corre Mireia, desátala mientras intento despertarla. ¡Señora Hada, señora Hada! -
Como no se despertaba, la sacamos de aquel lugar hasta llevarla donde el calor del sol finalmente, la hizo reaccionar.
-¡Qué alegría!-Dijo Mireia,- hace días que te busco, te necesitamos porque las flores no se han despertado y no podemos trabajar.-
-Ha sido el malvado Freddy, que me ha secuestrado porque no quería que llegara el buen tiempo. Menos mal que me habéis encontrado me estaba muriendo de frío. ¡Muchas gracias! - Ahora debemos darnos prisa a despertar a todo el mundo. ¿Me ayudáis? -
-Claro, ¿qué debo hacer? -
Pero cuando hube dicho esto Freddy apareció y cogió velozmente a la pobre Mireia. Menos mal que el Hada estaba con nosotras y con su varita lo convirtió en sapo.
Tras este pequeño susto, el Hada, yo y Mireia despertamos, poco a poco, a todas las flores. A los pocos días, Florilandia estaba lleno de flores de colores, insectos y abejas contentas de poder hacer su trabajo. Pero la más feliz de todas era Mireia, porque gracias a ella todo era como debía ser y la primavera ya había llegado.
Después de pasar tanto frío con los esquimales, me apetecía ir a un lugar más cálido, así que puse rumbo hacia Florilandia. Cuando llegué, no se parecía en nada a como me habían explicado. Esperaba encontrarme jardines llenos de vida, pero todo estaba dormido.
"¿Qué ocurrirá?" Pensé. "Si mis cálculos no fallan estos jardines deberían estar llenos de insectos y flores... quizás he venido demasiado pronto y todavía no se han despertado. "
-¿Has venido a ayudarnos? - Dijo una voz, que no veía de dónde venía.
-¡Estoy aquí!- Volvió a gritar.
Finalmente la vi, era una abeja regordeta que sentada encima de una hoja me hacía señales con las manos.
-No, yo soy Kidi, no he venido a ayudarte pero si me cuentas que pasa lo puedo intentar.-
-Hola Kidi, yo me llamo Mireia. Mis hermanas se están quedando sin polen para hacer la miel. Las flores ya hace días que se tenían que haber despertado pero como el Hada de la primavera no ha venido, no se despiertan. Yo he salido a buscarla pero no la encuentro por ninguna parte. Quizás tú la has visto... -
-Lo siento, no he encontrado a nadie... Pero no te preocupes, la buscaremos juntas. -
Miramos por todas partes, y al ver que pasaban días y no había ni rastro, decidí usar mis poderes mágicos. Saqué un espejo de mi bolsa y le pregunté dónde estaba. El reflejo nos mostró enseguida la imagen del hada atada en una cueva oscura y húmeda. Nos teníamos que apresurar porque parecía que ya no le quedaban fuerzas.
-Corre Mireia, desátala mientras intento despertarla. ¡Señora Hada, señora Hada! -
Como no se despertaba, la sacamos de aquel lugar hasta llevarla donde el calor del sol finalmente, la hizo reaccionar.
-¡Qué alegría!-Dijo Mireia,- hace días que te busco, te necesitamos porque las flores no se han despertado y no podemos trabajar.-
-Ha sido el malvado Freddy, que me ha secuestrado porque no quería que llegara el buen tiempo. Menos mal que me habéis encontrado me estaba muriendo de frío. ¡Muchas gracias! - Ahora debemos darnos prisa a despertar a todo el mundo. ¿Me ayudáis? -
-Claro, ¿qué debo hacer? -
Pero cuando hube dicho esto Freddy apareció y cogió velozmente a la pobre Mireia. Menos mal que el Hada estaba con nosotras y con su varita lo convirtió en sapo.
Tras este pequeño susto, el Hada, yo y Mireia despertamos, poco a poco, a todas las flores. A los pocos días, Florilandia estaba lleno de flores de colores, insectos y abejas contentas de poder hacer su trabajo. Pero la más feliz de todas era Mireia, porque gracias a ella todo era como debía ser y la primavera ya había llegado.
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